lunes, 28 de diciembre de 2009

Caisse d'Epargne

Otro equipo con mucha historia es el que trataremos ahora, y además, de casa, son los navarros del Caisse d'Epargne, que también han sufrido bastantes cambios en los últimos años.

A pesar de que ahora cuenten con capital francés (se nota con el nombre), el proyecto nació el año 1980 bajo en nombre de Reynolds y con José Miguel Echávarri como director. El año 1984 se sumó Eusebio Unzue y hasta que en 1990 se cambiara de nombre para pasarse al famoso Banesto ya conseguirían importantísimas victorias con Perico Delgado (Tour de 1988 y Vuelta de 1989). No hay que olvidar tampoco a otros grandes corredores que allí destacaron como Ángel Arroyo, José Luis Laguía o Julián Gorospe. A partir de entonces el líder sin discusión fue Miguel Indurain, llevándose los Tours de 1991 a 1995 y los Giros de 1992 y 1993, entre otras grandes victorias. Tras la fusión con el Vitalicio en 1994 y con la retirada de Miguelón en 1996 los galones pasaban a las espaldas de Olano y el Chava Jiménez, pero por unos u otros motivos no llegaron a la altura.
Nombres como Santi Blanco, los hermanos Osa, Paco Mancebo... iban sonando hasta que en 2004 Banesto, a pesar de haber cambiado el nombre del equipo a iBanesto.com, dejaba el patrocinio. El gobierno de ses illes se hizo con el equipo durante dos años, incluyendo el fichaje estrella de Alejandro Valverde en 2005, hasta que en 2006 llegaba el banco francés que hasta ahora dura, coincidiendo con el último Tour de Francia, el conseguido en los despachos por Pereiro. En 2009 Echávarri se desvinculaba del ciclismo, y en ese mismo año Alejandro Valverde les daba otra Gran Vuelta: la española. Así que llevan 10 Grandes en total.

Este 2010 lo afrontarán, a parte de con la buena noticia del tener el filial, Caja Rural, como continental, con las bajas importantes de Quim Rodríguez, rumbo a Rusia, Dani Moreno, que tras mejorar año a año busca oportunidades en un OmegaPharma sin Evans y un desmotivado Pereiro, del cual es una incógnita su función en Astana.

Sin embargo, han llegado una serie de interesantes fichajes, que si de bien seguro no serán líderes, sí serán de gran ayuda o podrán tomar responsabilidades en otras pruebas. Empecemos por los que seguramente son más sorprendentes, por la veteranía de los corredores: el italiano Marzio Bruseghin (1974, fotografía) ya es conocido, puesto que estuvo en el Banesto de 1999 a 2002, y aunque en su última temporada bajara en nivel, el que estuviera a punto de dejar el ciclismo para dedicarse a ser granjero, es todo un profesional, muy seguro tanto subiendo, a pesar de su peso, como rodando.
Mientras que del Agritubel llega Christophe Moreau (1971), la eterna esperanza francesa y que el año pasado fue 11º en la París-Niza y acabó muy fuerte el Tour.
El puro escalador colombiano Mauricio Soler (1983) viene del extinto Barloworld en busca de demostrar que tiene calidad de sobra para repetir las hazañas de 2007 en el Tour y la Vuelta a Burgos. Y los dos españoles: Rubén Plaza (1980), que ya estuvo en 2007 y en la época de iBanesto, es el actual campeón nacional (en la imagen ganando el campeonato en El Soplao) y jamás ha podido demostrar toda la calidad que atesora por sus inseguridades en la OP, mientras que el cántabro Juanjo Cobo (1981) viene del inseguro Fuji-Servetto. Es un corredor de innegable potencial, pero bastante irregular, que el año pasado tan sólo dejó destellos de sus virtudes en Castilla y León y la Vuelta. Sin embargo, en un proyecto estable debería volver a ser el Bisonte que conquistara País Vasco.

El equipo volverá a estar liderado por murcianos. Alejandro Valverde (1980) es de los mejores corredores del pelotón actual, y tras la moral que le dio su victoria en la Vuelta prepara su definitivo asalto al Tour, aunque sin duda, para dónde tiene mejor potencial es en las clásicas, por su chispa.
Mientras que Luis León Sánchez (1983), cada año mejor, se puede consolidar como uno de los corredores más sólidos del mundo tras su victoria en la París-Niza. Llanea con potencia, sube cada vez mejor y hasta esprinta, como se aprecia en la imagen ganando en País Vasco.
El tercer murciano es el llegador José Joaquín Rojas (1985), que si bien le cuesta ganar (tan sólo dos victorias en los últimos dos años), es de los esprinters con más aguante.

Pero Unzue tampoco se olvida de los jóvenes, y tiene un buen grupo a seguir. Probablemente los de más calidad sean el colombiano Rigoberto Urán (1987), precoz donde los haya (debutó con 19 años en el Tenax), que si bien destaca por ser un escalador tampoco se defiende mal rodando. Cada año deja algún detallito, el año pasado por ejemplo con el quinto puesto en Romandía y con las buenas sensaciones en los Alpes del Tour, pero se espera que este año acabe de explotar. Y después el portugués Rui Costa (1986), corredor muy completo, ganador el año pasado de los Cuatro Días de Dunkerque y que fuera segundo en el Tour del Porvenir de 2008.
Les siguen el costarricense Andrey Amador (1986), buen rodador que fue decimotercero en el Eneco Tour, el francés Arnold Jeannensson (1986), tercero en el Porvenir '08, y Ángel Madrazo (1988), ganador de etapa en el Circuito Montañés de hace dos años.

Tendrán todos los citados anteriormente muy buenos gregarios, como el veteranísimo Txente García Acosta (1972, fotografía) o Imanol Erviti (1983) en el llano y un buen grupo de buenos escaladores como David López (1981), Alberto Losada (1982) o Fran Pérez (1978).
Más completos son Xabier Zandio (1977), un gran tipo que lleva toda la vida en el bloque, el bielorruso Vasil Kiryenka (1981) que hizo un trabajo impagable en la Vuelta pasada, y el alto Luis Pasamontes (1979) que ha encajado perfectamente el hecho de pasar de ser una gran promesa española a sacrificarse para el equipo. Tampoco hay que olvidar al francés Mathieu Perget (1984), que se impuso en el Tour du Limousin.

Y por último, un poco más de libertad de movimientos tendrán Pablo Lastras (1976), que nunca pierde el olfato para los buenos puestos, José Iván Gutiérrez (1978), del que se hace inexplicable su bajada de rendimiento contra el cronómetro, y David Arroyo (1980), la mezcla perfecta entre el mejor gregario para la montaña y los resultados cuando se le da libertad para una Gran Vuelta, donde suele rondar el top10.

Es un equipo que, al revés de como pasa en tantos otros, dan más dudas su líder que su guardia. Tienen un formidable grupo, sobretodo con las nuevas incorporaciones de lujo, seguramente para que Valverde tenga las máximas garantías para afrontar el Tour pero... ¿él mismo las da?
Personalmente, creo que debería ir con menos presión e ir corriendo todo lo que pueda en la temporada que, como demostró el año pasado, tiene calidad para dar y regalar y no tarda demasiado en entrar en forma.
Eso sí, muy atentos a los progresos de Luis León; nadie sabe hasta dónde puede llegar este pequeño Miguel Indurain.

domingo, 27 de diciembre de 2009

Quick Step

Sin duda alguna, el ciclismo belga es único. Y no tan sólo por afición sino por los piques entre las grandes potencias de clasicómanos. Esta situación ha cambiado bastante durante los últimos años y ahora, el único gran bloque se encuentra en lo más alto es el Quick Step.

Patrick Lefévère lleva desde 1979 en la dirección, cuando dejó de correr por el Marc belga. Sin embargo, llegó a sus mejores resultados cuando dirigió el mítico Mapei de los años noventa. Con corredores de la talla de Museeuw (fotografía), Tafi o Bortolami en las piedras y de Bettini, Camenzind o Bartoli en las cotas se convirtieron en los número uno indiscutibles.
El último año de Mapei fue en 2002, pero en 2001 ya se habían separado entre el Domo y el Mapei. Lefévère dirigió el Domo hasta que en 2003 se formara en actual Quick Step, resultado de la nueva unión de Domo y Mapei.
Destacar el gran número de cracks actuales que salieron de esta factoría, que contaba con un equipo filial brutal. Nombres como Cancellara, Pozzato, Davis, Rogers... pasaron por las manos del conjunto entonces italiano.

Pero toca centrarnos en el equipo para este 2010 que está centrado, como siempre, para arrasar en el mes de abril. Sin embargo, hay rumores de que Lefévère quiere hacerse con Contador dentro de una o dos temporadas, y con esa excusa no ha renovado al australiano Allan Davis, por su elevado salario, a pesar de lo bien que les rindió. Se tienen que sumar a este capítulo de bajas dos contrarrelojistas: Dominique Cornu y Sebastien Rosseler, así como el rápido Steven de Jongh, que se retira.


Dicho esto, los líderes del equipo serán los flamencos Tom Boonen (1980) y Stijn Devolder (1979), que el año pasado consiguieron el doblete de piedras en dos sendas exhibiciones (Devolder en Flandes y Tommeke en Roubaix).
El de Mol cada día es menos esprinter, pero más potente rodador y sobretodo luchador, como mostró en la París-Tours, además que el hecho de llevar el maillot de campeón belga debe ser una motivación especial para entrar en la historia (tanto si gana en Flandes como Roubaix igualará el récord de victorias, que es de tres y cuatro, respectivamente).
Mientras que Stijn haría una proeza única si ganara su tercera Ronde van Vlaanderen consecutiva, pero sorprende mucho su irregularidad, ya que si bien su victoria en Flandes fue absolutamente incontestable, no hay ningún otro resultado decente suyo en todo el año (¿cuarto en el nacional CRI? ¿segundo en la crono de Tirreno?). Quizá tan sólo se salve un sexto puesto en el E3 de Harelbeke.

El tercero en discordia seguramente pueda considerarse el francés Sylvain Chavanel (1979), peleón donde los haya y que hizo un trabajo immenso en su primera temporada en Quick Step, trabajando a destajo en las piedras y haciendo buenos puestos y luciéndose con podios en la general y etapas de París-Niza y Eneco Tour.
Después hay un buen grupo de corredores de calidad que son imposible ordenar en rango. Otro francés que vino el año pasado fue Jérôme Pineau (1980), reciclado dignamente a gregario y que fue con lidertad a las Ardenas con puestos aceptables (12º en la Amstel y 13º en Lieja). Por ahí anda el español menos español ciclísticamente hablando, Carlos Barredo (1981), que ya desde que debutara en Liberty soñaba en las clásicas y con mucho trabajo se ha ido haciendo un hueco en Bélgica hasta que su progreso le llevó a imponerse en la Clásica de San Sebastián del año pasado.

Seguimos con un buen grupo de jóvenes que van progresando pasito a pasito: Kevin Seeldraeyers (1986, fotografía), posiblemente el más escalador de todos, que el año pasado se mostró muy combativo en la París-Niza y fue el mejor joven del Giro (14º).
Davide Malacarne (1987) dio pasos muy importantes con sus puestos en Turquía y Coppa Sabatini, Wouter Weylandt (1984) aún y ejerciendo de lanzador obtuvo dos victorias en 2009, el bielorruso Branislau Samoliau (1985) fue repescado del desaparecido Amica Chips y Dario Cataldo (1985) a pesar de ir pasito a pasito debería acabar de explotar. Se deben sumar a este grupo las nuevas incorporaciones Nikolas Maes (1986), procedente del Topsport Vlaanderen y ganador de una etapa en la Vuelta a Burgos, y el llegador alemán Andreas Stauff (1987), ganador de etapa en pruebas para sub23 como la Thüringen Rundfahrt (por partida doble) y el Tour del Porvenir y sendos terceros puestos en pruebas para profesionales como el Sparkassen Giro (tan solo superado por Cavendish y Ciolek y adelantando a todo un Haussler) y el Schaal Sels.

Lo que sí que es amplísimo es el abanico de rodadores que ejercen como gregarios, bien para el llano o bien para preparar llegadas. Algunos son Kevin de Weert (1982), Dries Deveneys (1983), ganador de etapa en la Vuelta a Austria, Kevin Hulsmans (1978), Matteo Tosatto (1974), Jurgen Van de Walle (1977), Marco Velo (1974), Maarten Wynants (1982) y Kevin Van Impe (1981), que el año pasado consiguió un buen triunfo en A través de Flandes.
Destacar también al italiano Francesco Reda (1982), que hizo una buena Vuelta a Polonia, la incorporación de Iljo Keisse (1982), buen pistard que sale de una sanción por dopaje en los Seis Días de Gante de 2008, y que mantiene contrato Kurt Hovelynck (1981), tras sus graves problemas craneales a inicios de la temporada pasada.

A diferencia de cuando hablamos del Garmin, aquí no tenemos un equipo completo. En cuanto a terrenos que no sean las piedras están bastante limitados, aunque allí sean invencibles.
Podrán rebatirme este párrafo dependiendo de cómo evolucionen Chavanel o Seeldraeyers.

sábado, 26 de diciembre de 2009

Cervélo Test Team

Seguimos por el primer continental que trataremos, aunque tenga nivel de sobras para ser Pro Tour. Se trata del conjunto suizo Cervélo Test Team.

Nació el año pasado (2009) e, igual que el Columbia, con equipo puntero tanto en categoría masculina como femenina. Eran muchos los que señalaban al equipo de la marca de bicicletas como poco sólido, ya que nació alrededor del último ganador del Tour, Carlos Sastre, y del potente esprinter Thor Hushovd, pero sin ninguna pieza clave más. Al fin del año callaron muchísimas bocas, ya que sumaban 25 victorias, y no precisamente de poca monta.
A pesar del naufragio de Sastre en el Tour, vencieron en etapas de las tres Grandes (el mismo abulsense se encargó de firmar un increíble doblete en el Giro con Monte Petrano y Vesubio, que sumado a la crono final de Milán de Konovalovas, las de Hushovd y Haussler en la Grande Boucle y las de Ávila del pequeño Deignan y Gerrans en la Vuelta hacen siete), pero quien más destacó fue el alemán de corazón australiano Heinrich Haussler (en la foto llorando en la meta de Colmar, estrenándose en el Tour bajo la lluvia), que fue segundo en los dos primeros Monumentos y que brindó bonitas exhibiciones allí dónde corría.

Este año han sufrido importantes bajas que ya se verá si pueden suplirlas, como las del listo Simon Gerrans (vencedor ya de parciales en las tres Grandes), el prometedor Serge Pauwels, el escalador José Ángel Gómez Marchante o el gregario neozelandés Hayden Roulston.
Para suplirles llega el escalador Xavier Tondo (1978, en la imagen en la concentración de Lanzarote junto a Cuesta), procedente del Andalucía-Cajasur y que viene de hacer la mejor temporada de su vida, siendo segundo en Andalucía y Burgos, tercero en Madrid, sexto en Castilla y León u octavo en Catalunya. El catalán se antoja fundamental en los esquemas de Joop Alberda, por encontrarse en la madurez de su carrera y por la falta de alternativas en montaña de los de negro (aunque en verano se pasaron al blanco para evitar el calor).
También llegan el joven italiano Davide Apollonio (1989), que estuvo ya como stagiaire a finales de la temporada pasada haciendo buenos puestos por carreras transalpinas, el holandés Theo Bos (1983), buen pistard que debutó el año pasado en la carretera con el Rabobank continental con buenos resultados (6 victorias) y también una merecida suspensión de la UCI después de mandar al hospital a Daryl Impey en la Vuelta a Turquía, y al prometedor austríaco Stefan Denifl (1987), procedente del ELK Haus y ganador, por ejemplo, de la Thüringen Rundfahrt el año pasado.

Sin embargo, la base sigue siendo la misma. A pesar de que los años le pasen ya en contra, Carlos Sastre (1975) será el líder en las Grandes Vueltas, aunque no haya decidido qué dos correr. La regularidad y experiencia serán sus mejores armas.
En llegadas y clásicas, 'la doble H' será su baza. En primer lugar, el noruego Thor Hushovd (1978, fotografía) se ha convertido en una poderosa mezcla de esprinter y clasicómano. Bueno muestra de ello son su maillot verde en el Tour de Francia, con victoria en Montjuïc incluída, su victoria en la Omloop Het Nieuwsblad (antigua Het Volk) y sendos terceros puestos en San Remo y Roubaix. Mientras que la segunda H es la de Heinrich Haussler (1984), que se destapó el año pasado como un corredor total, capaz de ganar esprints como en París-Niza y Algarve, pegarse exhibiciones de tremendas cabalgadas como la etapa del Tour o estar a punto de imponerse en Monumentos diferentísimos (2º en San Remo y Flandes y 7º en Roubaix).
Para apoyarles serán muy últiles dos veteranos como el británico Roger Hammond (1974) o el alemán Andreas Klier (1976).

Otros corredores hábiles en terrenos quebrados, que de bien seguro aportarán alguna que otra victoria son el irlandés Philip Deignan (1983), ganador en la Vuelta pasada batiendo a Kreuziger tras la muralla de Ávila, el catalán Xavier Florencio (1979) u otro español que acaba de explotar: Óscar Pujol (1983).
Para ir acabando, destacar a un contrarrelojista con margen de mejora, el lituano Ignatas Konovalovas (1985) y dos jóvenes que pueden dar mucho de sí: el actual campeón alemán, Martin Reimer (1987) y un suizo que no mostró todo lo que apuntaba, Marcel Wyss (1986).

A todo esto nos sale un bloque muy serio, capaz de igualar e incluso mejorar las hazañas del año pasado si tenemos en cuenta que Haussler, Deignan, Reimer y cia. tienen aún margen de mejora, aunque hayan perdido a un cazaetapas brillantísimo como es el australiano Gerrans.
Si Sastre no afloja demasiado respecto al año pasado y Hushovd se mantiene, seguirán siendo un continental que no falle en ninguna invitación para carreras Pro Tour.

viernes, 25 de diciembre de 2009

Garmin Transitions

El siguiente conjunto a tratar es también un Pro Tour, aunque con mucha menos historia que los dos anteriores. Nos estamos refiriendo al equipo norteamericano Garmin Transitions, de Jonathan Vaughters.

No es nada más que otro representante del apogeo que está viviendo el ciclismo en el mundo anglosajón. El proyecto nació en 2005, con un equipo continental, bajo el nombre de Team TIAA, y siempre muy ligado con el mundo del ciclismo en pista. En 2007 pasó a llamarse Slipstream, y a la vez subió a la categoría continental profesional, aunque el mayor salto lo dio el año 2008 cuando, acompañados por una gran campaña de marqueting en la que se autoimponían la etiqueta de estendarte del ciclismo limpio, se hicieron con los servicios de contrastadísimos corredores anglosajones, como el canadiense Ryder Hesjedal, el británico David Millar, el neozelandés Julian Dean o los norteamericanos Tom Danielson, Christian Vandevelde y David Zabriskie. Se convirtieron rápidamente en un equipo de temibles rodadores, impulsados desde la dirección por ex-corredores de la talla de Johnny Weltz o Matthew White, que a partir de julio canviaron de patrocinador, llamándose Garmin.

Así que no tuvieron ningún problema el 2009 para conseguir una plaza en el Pro Tour, lo que nos hace una idea de lo bien que se ha llevado a cabo el proyecto. Dieron una sorpresa mayúscula en el Tour con un magnífico pistard, el británico Bradley Wiggins, que tras ser fichado procedente del Columbia fue cuarto en la general del Tour de Francia, confirmando los progresos en montaña que también se vieron el Christian Vandevelde, y que levantaron muchas sorpresas. Brad es su baja más sensible de cara a este 2010, que afrontan con una plantilla de 27 corredores.

Se hace difícil señalar al líder de este equipo aunque probablemente, dependiendo del terreno, se centre en dos corredores norteamericanos. El primero Tyler Farrar (1984), probablemente el mejor esprinter puro tras Cavendish, que el año pasado explotó con victorias en sitios importantes como Tirreno-Adriático (batiendo al mismo Cav, de hecho, es el único que lo consiguió en un mano a mano junto con Petacchi en el Giro), Eneco Tour, Vattenfall Cyclassics y Vuelta a España. Tiene a su alrededor a un grupo de potentes rodadores para prepararle las llegadas, pudiendo hacer la competencia al mismo Columbia y con el veterano Julian Dean (1975) como mejor lanzador.

Y el otro es Christian Vandevelde (1976), buen gregario en equipos como US Postal o CSC, y que ahora se ha reciclado -¡y de qué manera!- en líder de equipo en grandes vueltas (4º y 8º en los dos últimos Tours' estando en el de 2009 al servicio de Wiggins).

Seguidamente nos encontramos con un buen grupo de corredores de calidad capaces de tomar las riendas del equipo en diferentes pruebas, como el escocés David Millar (1977), enorme contarrrelojista aunque también se pueda metamorfosiar en luchador, el irlandés Daniel Martin (1986), buen escalador, que espera dar este año un gran salto de calidad tras ser segundo en la Volta a Catalunya del año pasado y perderse el Tour por lesión, Tom Danielson (1978), notable vueltómano que parece haber recuperado aquí la confianza que perdió tras ser designado una promesa mundial, el rodador David Zabriskie (1979), campeón americano contra el reloj, o el holandés Martijn Maaskaant (1983), que debe acabar de demostrar todo lo que apuntaba como clasicómano, siendo cuarto en Flandes el año pasado y en la Roubaix '08.
Otros de los muchos gregarios que hay en el equipo son Ryder Hesjedal (1980), ganador en Velefique la Vuelta pasada, el australiano Cameron Meyer (1988), ganador de la Vuelta a Japón '08 y medallista en el mundial contrarreloj sub23 ese mismo año, Danny Pate (1979), buen rodador, o el canadiense Svein Tuft (1977), que resultó no ser para tanto tras ser segundo en el mundial contra el crono en 2008.

Y para acabar, las nuevas incorporaciones: el sprinter sudafricano Robert Hunter (1977), procedente de el desaparecido Barloworld, el holandés Michel Kreder (1987), procedente del Rabobank continental, ganador el año pasado de etapas en Circuito Montañés y Lorraine y escapado en el mundial de Mendrisio o el australiano Jack Bobridge (1989), ganador del mundial contrarreloj sub23 el año pasado.
También el altísimo belga Johan Van Summeren (1981), enorme gregario procedente del Silence-Lotto que fue sexto en la París-Roubaix pasada y el sueco Fredrik Kessiakoff (1980), ex-biker, que sorprendió el año pasado con su magnífico debut en la carretera de manos del Fuji-Servetto.
A modo anecdótico, también cuentan con Ricardo Van der Velde (1987), hijo del mítico Johan de los años ochenta.

En definitiva, podemos decir que tienen una plantilla amplísima, con muchas alternativas y más completa que en años anteriores, por lo que podrán luchar en cualquier terreno. Además, es bastante joven y con margen de mejora, por lo que no hay más que sacarse el sombrero por el funcionamiento del proyecto de Vaughters.
Ojo, sobre todo, con Dan Martin, que junto a Vandevelde van a estar muy arriba en la montaña, y también al papel que puedan tomar Van Summeren o Kessiakoff.

jueves, 24 de diciembre de 2009

Ag2r - La Mondiale

Seguimos con un otro equipo Pro Tour, en este caso un francés, que ha sobrevivido a la limpieza de conjuntos galos en el máximo circuito UCI: el Ag2r-La Mondiale, de Vincent Lavenu.
El que fuera corredor durante los ochenta lleva a la dirección desde el año 1992, cuando cogió el volante del coche del Chazal, heredero del Mosoca suizo del que fue corredor, cuya estrucutura mantiene el Ag2r actual. En aquel Chazal debutaba el mítico esprinter estonio Jan Kirsipuu, que se mantuvo en el equipo cuando pasó a denominarse Casino (1996), cuando entraron las aseguradores que ahora dan nombre al equipo como segundo patrocinador (1998), y cuando pasaron a denominarse Ag2r (2000).
Durante el primer año de Ag2r mantuvieron los colores rojo y amarillo que heredaban del Casino (con el que debutó Alexander Vinokourov antes de irse al Telekom), mientras que a partir de allí ya integraron el azul y negro, que posteriarmente fue suplido por el blanco con motivos amarillos.

El que muestra el novedoso maillot de cuadros que utilizan desde el Tour pasado es el italiano Rinaldo Nocentini (1977) quien el año pasado dio el mayor alegrón al equipo. No tanto por su victoria de etapa en el Tour de California, sino por sus días de liderato en el Tour de Francia tras su escapada camino de Arcalís, que le valió un 14º puesto en la general. Con él, todo el equipo estuvo fantástico, incluído un Stéphane Goubert que se retira, y que hizo 16º.
También estuvo muy activo en la Grande Boucle el campeón nacional irlandés, Nicolas Roche (1984), hijo del ganador del año 1987, Stephen. Ambos (Nocentini y Roche) se antojan los dos hombres más versátiles del equipo, con punta de velocidad en las llegadas, explosividad en subidas cortas y, sobretodo, muchísima lucha.
La nómina de vueltómanos está en renovación. Un Cyril Dessel (1974) que ya no es que era y un John Gadret (1979) falto de continuidad el año pasado por las lesiones, se ven superados de largo por otros corredores de la plantilla que siguen, aunque tampoco sean jóvenes. Hablamos, por ejemplo, del esloveno Tadej Valjavec (1977), un regular escalador que cada año anda por el top10 en una Grande (noveno en el Giro '09, así como líder y séptimo final en Suiza) y hablamos también del ruso Vladimir Efimkin (1981) muy luchador en el Tour pasado. Su gemelo, Alexander, también continúa en el equipo.

Vayamos ahora a los hombres rápidos. Cuentan con un francés, Sébastien Hinault (1974), sin grandes resultados el año pasado, pero se hacen con los servicios del belga Kristof Goddaert (1986, imagen de la izquierda), procedente del Topsport Vlaanderen, que aún y sin conseguir ninguna victoria el año pasado, obtuvo muy buenos resultados como la medalla de bronce en el campeonato belga tras Boonen y Gilbert, u otro tercer puesto en la Paris-Bruselas.
Siguen el capítulo de nuevas incorporaciones Dimitri Champion (1983), actual campeón francés con el Bretagne-Schuller, David Le Lay (1979), procedente del Agritubel, ganador el año pasado de los Tres Días de Vaucluse y del Circuito de la Sharte. Del mismo equipo viene también Maxime Bouet (1986), ganador el año pasado en Alentejo y Boucles de l'Aulne, mientras que será neoprofesional Julien Bérard (1987), ganador de la primera etapa del Tour del Porvenir.

De esta forma, podemos decir que el equipo galo ha conseguido reforzarse bien, con gente joven y ganadora, que como mínimo le asegurarán muchísimos resultados en carreras francesas, que es lo que buscan mayormente. Pero no se pueden quedar aquí al ser Pro Tour, y deben tener mayor presencia internacional. Para eso no tienen ninguna gran individualidad, pero sí un buen bloque, complementado por interesados corredores antes no mencionados como el suizo Martin Elmiger (1978), o Christophe Riblon (1981).
Será difícil verles repetir el éxito del Tour pasado, pero no dudo que tienen potencial para demostrar que merecen seguir siendo Pro Tour.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Euskaltel - Euskadi

Haremos nuestra previa para la temporada de carretera de 2010 analizando las plantillas punteras. A priori, trataremos todas las Pro Tour y las continentales más destacadas, ya veremos después si da tiempo.

Pues empecemos por uno de casa, que lleva ya desde 1994 en el pelotón: el Euskaltel-Euskadi, presidido por Miguel Madariaga.
Los ya conocidos por su indumentaria naranja, aunque no se pasaron a este color hasta el año 2000 (antes habían llevado verde y blanco), siguen con su política de contar sólo con corredores formados en Euskadi. De esta forma han conseguido mantener un alto nivel en el campo aficionado vasco y, a pesar de tener muchas veces equipos poco ganadores, se han mantenido en la élite del ciclismo internacional, sobre todo desde los éxitos de Roberto Laiseka en Luz Ardiden y de Iban Mayo en el Alpe d'Huez.
Sin ir más lejos, el año pasado, a pesar de contar con un ganador nato como Samuel Sánchez, corredores de la calidad de Antón o Astarloza y hombres rápidos como Koldo Fernández de Larrea o Aitor Galdós, se quedaron con seis justitas victorias (que eran dos antes del Tour de Francia).

Pero los refuerzos de este año permiten dar mucha más ilusión. El equipo dirigido por Igor González de Galdeano ha mantenido el bloque de calidad con el que acabó el año pasado: Igor Antón (1983), Koldo Fernández de Larrea (1981), Egoi Martínez y el campeón olímpico Samuel Sánchez (1978 ambos), con las forzosas bajas por dopaje de un Iñigo Landaluze que ya anunció culpabilidad y retirada y de un Mikel Astarloza que sigue intentando demostrar su inocencia pero que de mientras, naturalmente, deberá ver las carreras desde casa.


Con todos ellos te aseguras un buen renidiento. En primer lugar por el líder sin discusión, Samu (en la imagen de arriba ganando en Llodio el año pasado, en la que fuera su única victoria de la temporada), que te puede pelear de tú a tú con los más grandes clasicómanos y el mismo año lucirse en una Grande. Después Koldo, un más que aceptable esprinter, que aunque va a rachas seguro que mojará más de una vez. Seguidamente Antón, que todavía no ha mostrado todo lo que prometía cuando ganó en Calar Alto en la Vuelta de 2006, pero que aún así da gusto cuando la carretera pica hacia arriba, mientras que Egoi da muchísima batalla.
Batallar es algo que se le da bien a Amets Txurruka (1982), al que sólo se le avanzó Haussler para vencer en el Tour bajo la lluvia. Juanjo Oroz (1980) tiene calidad para hacer grandes cosas en terrenos quebrados, y todavía se está esperando algún detalle de Mikel Nieve (1984), del que hablaban maravillas.

Pero, ahora sí, hablemos de las tres incorporaciones de lujo. Jonathan Castroviejo (1987) proviene del Orbea, el filial del Euskaltel que corre como continental. A pesar de no tener una gran planta, se caracteriza por ser muy bueno en contrarreloj, aunque si está en forma tampoco te subirá mal. Este 2009 tuvo grandes actuaciones: ganó en solitario la tercera etapa de la Vuelta al Alto Anjou, después de haber sido segundo en la cronometrada. Después fue a la Ronde de l'Isard, y allí sí ganó la contrarreloj, para acabar segundo en la general tras Alexandre Geniez, gracias a una excepcional cuarta plaza en la etapa de Plateau de Beille. Otro segundo puesto en una general se lo llevó en el Circuito Montañés, esta vez tras el estadounidense Van Garderen.
Con estas credenciales iba con la selección española al Tour del Porvenir, con ilusiones al ver un recorrido poco montañoso. Se llevó sorprendentemente una etapa ganando en un esprint reducido (fotografia de la derecha), pero defraudó en la contrarreloj, y acabó la temporada siendo el mejor sub23 de los españoles en Mendrisio (13º).

Diferente es el caso de Beñat Intxausti (1986). El de Múxika es un escalador de gran clase, que se formó en categorías inferiores con el Iberdrola y que pasó a profesionales el año 2007 de manos del Grupo Nicolás Mateos, filial de un Saunier Duval que ya le quiso para el año siguiente. El motivo es fácil: fue quinto en la general del Tour del Porvenir y le cazaron a cuatro de meta del mundial sub23, dónde podría haber conseguido medalla. Sin embargo, con Matxín no ha tenido demasiada suerte; escándalos de dopaje aarriba, cambios de estructura abajo... Quizá tarde, pero el que ya se dejó ver en la pasada Vuelta a España subiendo la Cresta de Gallo se ha ido en busca de la tranquilidad. Si la consigue, que tiemble el mundo ciclista.

Pero la joya de la corona no es otro que Romain Sicard (1988). Sería inútil intentar definir al de Hasparren, que ha completado una temporada amateur que tan sólo Régis Ovion, el que fuera la esperanza francesa para derrotar a Merckx junto a Thévenet, había conseguido. Más que nada es un enorme escalador, pero que en categorías inferiores tiene diversos títulos nacionales franceses en pista, lo que nos puede dar una idea de su polivalencia. Me limito a transcribir su temporada 2009 con el Orbea, filial del mismo Euskaltel: ganador de la carrera para profesionales de la Subida al Naranco, en solitario, tras más de 100 km escapado, tercero en la general de la Vuelta al Alto Anjou, ganador de la etapa de Plateau de Beille en la Ronde de l'Isard... y ahora viene lo mejor. Ganador de la general del Tour del Porvenir, imponiéndose en la crono y siendo segundo en la etapa reina tras Timofey Kristiy, ganador en solitario del mundial sub23 en Mendrisio (fotografía de la derecha) tras escaparse con el holandés Michel Kreder, y para culminarlo, cuarto en la general de la prueba profesional Cinturó de l'Empordà por detrás de gente como Ventoso y Sella.
Si se tiene paciencia con esta joya, puede salir un crack...

Y si a esto le añades otro buen joven, Gorka Izagirre (1987), procedente del ya profesional Contentpolis-Ampo te sale, lo dicho, un grupo que de muchísimas ilusiones a medio plazo, par alcanzar o superar la época del tándem Mayo-Zubeldia.
Habrá que tener en cuenta también a los rápidos Aitor Galdós (1979) y Pablo Urtasun (1980), así como luchadores del nivel de Iñaki Isasi (1977) o Rubén Pérez (1981).

lunes, 21 de diciembre de 2009

Volvemos por Navidad

Dudo que llegase a tener algún lector, pero la cuestión es que, como bien dice la costumbre, aquí vuelvo por Navidad, con ganas de empezar el blog desde primeros de año, ¡a ver qué tal se nos da una temporada entera!
Como buen maníaco del orden que soy, no voy a comentar la temporada de barro, o por fin de nieve como en la última prueba de Copa del Mundo en Kalmthout, sino que empezaré ya con las previas de la temporada de carretera.

Lo que sí, aprovecho la ocasión para rendir un pequeño homenaje en forma de fotografía a una verdadera crack de las dos ruedas: Marianne Vos. Raramente comentaré carreras femeninas, puesto que el tiempo y los medios no me dan para más, pero este neerlandesa con tan sólo 22 años ha sido capaz de ser campeona del mundo de fondo en ruta, de ciclocross y de puntuación, lo que significa que domina las tres grandes modalidades del ciclismo. ¿Algo más a pedirle? ¿Hasta dónde llegará? En cualquier caso, muchísima suerte desde aquí.