domingo, 27 de diciembre de 2009

Quick Step

Sin duda alguna, el ciclismo belga es único. Y no tan sólo por afición sino por los piques entre las grandes potencias de clasicómanos. Esta situación ha cambiado bastante durante los últimos años y ahora, el único gran bloque se encuentra en lo más alto es el Quick Step.

Patrick Lefévère lleva desde 1979 en la dirección, cuando dejó de correr por el Marc belga. Sin embargo, llegó a sus mejores resultados cuando dirigió el mítico Mapei de los años noventa. Con corredores de la talla de Museeuw (fotografía), Tafi o Bortolami en las piedras y de Bettini, Camenzind o Bartoli en las cotas se convirtieron en los número uno indiscutibles.
El último año de Mapei fue en 2002, pero en 2001 ya se habían separado entre el Domo y el Mapei. Lefévère dirigió el Domo hasta que en 2003 se formara en actual Quick Step, resultado de la nueva unión de Domo y Mapei.
Destacar el gran número de cracks actuales que salieron de esta factoría, que contaba con un equipo filial brutal. Nombres como Cancellara, Pozzato, Davis, Rogers... pasaron por las manos del conjunto entonces italiano.

Pero toca centrarnos en el equipo para este 2010 que está centrado, como siempre, para arrasar en el mes de abril. Sin embargo, hay rumores de que Lefévère quiere hacerse con Contador dentro de una o dos temporadas, y con esa excusa no ha renovado al australiano Allan Davis, por su elevado salario, a pesar de lo bien que les rindió. Se tienen que sumar a este capítulo de bajas dos contrarrelojistas: Dominique Cornu y Sebastien Rosseler, así como el rápido Steven de Jongh, que se retira.


Dicho esto, los líderes del equipo serán los flamencos Tom Boonen (1980) y Stijn Devolder (1979), que el año pasado consiguieron el doblete de piedras en dos sendas exhibiciones (Devolder en Flandes y Tommeke en Roubaix).
El de Mol cada día es menos esprinter, pero más potente rodador y sobretodo luchador, como mostró en la París-Tours, además que el hecho de llevar el maillot de campeón belga debe ser una motivación especial para entrar en la historia (tanto si gana en Flandes como Roubaix igualará el récord de victorias, que es de tres y cuatro, respectivamente).
Mientras que Stijn haría una proeza única si ganara su tercera Ronde van Vlaanderen consecutiva, pero sorprende mucho su irregularidad, ya que si bien su victoria en Flandes fue absolutamente incontestable, no hay ningún otro resultado decente suyo en todo el año (¿cuarto en el nacional CRI? ¿segundo en la crono de Tirreno?). Quizá tan sólo se salve un sexto puesto en el E3 de Harelbeke.

El tercero en discordia seguramente pueda considerarse el francés Sylvain Chavanel (1979), peleón donde los haya y que hizo un trabajo immenso en su primera temporada en Quick Step, trabajando a destajo en las piedras y haciendo buenos puestos y luciéndose con podios en la general y etapas de París-Niza y Eneco Tour.
Después hay un buen grupo de corredores de calidad que son imposible ordenar en rango. Otro francés que vino el año pasado fue Jérôme Pineau (1980), reciclado dignamente a gregario y que fue con lidertad a las Ardenas con puestos aceptables (12º en la Amstel y 13º en Lieja). Por ahí anda el español menos español ciclísticamente hablando, Carlos Barredo (1981), que ya desde que debutara en Liberty soñaba en las clásicas y con mucho trabajo se ha ido haciendo un hueco en Bélgica hasta que su progreso le llevó a imponerse en la Clásica de San Sebastián del año pasado.

Seguimos con un buen grupo de jóvenes que van progresando pasito a pasito: Kevin Seeldraeyers (1986, fotografía), posiblemente el más escalador de todos, que el año pasado se mostró muy combativo en la París-Niza y fue el mejor joven del Giro (14º).
Davide Malacarne (1987) dio pasos muy importantes con sus puestos en Turquía y Coppa Sabatini, Wouter Weylandt (1984) aún y ejerciendo de lanzador obtuvo dos victorias en 2009, el bielorruso Branislau Samoliau (1985) fue repescado del desaparecido Amica Chips y Dario Cataldo (1985) a pesar de ir pasito a pasito debería acabar de explotar. Se deben sumar a este grupo las nuevas incorporaciones Nikolas Maes (1986), procedente del Topsport Vlaanderen y ganador de una etapa en la Vuelta a Burgos, y el llegador alemán Andreas Stauff (1987), ganador de etapa en pruebas para sub23 como la Thüringen Rundfahrt (por partida doble) y el Tour del Porvenir y sendos terceros puestos en pruebas para profesionales como el Sparkassen Giro (tan solo superado por Cavendish y Ciolek y adelantando a todo un Haussler) y el Schaal Sels.

Lo que sí que es amplísimo es el abanico de rodadores que ejercen como gregarios, bien para el llano o bien para preparar llegadas. Algunos son Kevin de Weert (1982), Dries Deveneys (1983), ganador de etapa en la Vuelta a Austria, Kevin Hulsmans (1978), Matteo Tosatto (1974), Jurgen Van de Walle (1977), Marco Velo (1974), Maarten Wynants (1982) y Kevin Van Impe (1981), que el año pasado consiguió un buen triunfo en A través de Flandes.
Destacar también al italiano Francesco Reda (1982), que hizo una buena Vuelta a Polonia, la incorporación de Iljo Keisse (1982), buen pistard que sale de una sanción por dopaje en los Seis Días de Gante de 2008, y que mantiene contrato Kurt Hovelynck (1981), tras sus graves problemas craneales a inicios de la temporada pasada.

A diferencia de cuando hablamos del Garmin, aquí no tenemos un equipo completo. En cuanto a terrenos que no sean las piedras están bastante limitados, aunque allí sean invencibles.
Podrán rebatirme este párrafo dependiendo de cómo evolucionen Chavanel o Seeldraeyers.

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